SANTIAGO.
El semanario Camino denunció que hay adultos que les están declarando
la guerra a los jóvenes y los empujan al precipicio de una vida sin
ideales, haciendo de ellos guiñapos humanos.
El concepto lo expresa el vocero escrito del Arzobispado de esta ciudad en su edición del próximo domingo, a propósito del fallecimiento de Kelvin Mejía, ocurrida esta semana en La Romana, tras ingerir sin pausa el tequila que había dentro de una botella, en un concurso donde estaban en juego 30 mil pesos.
Por intermedio de su editorial titulado “Sin futuro”, Camino sostiene que al presenciar actos como ese “nos queda la sensación amarga y triste de ver una sociedad que va por rumbos sin esperanza”.
Al tiempo de insistir que adultos le están declarando la guerra a los jóvenes, el semanario agrega que los están envenenando con los vicios y alineándolos para convertirlos en veletas.
“No se dan cuenta que al borrar de nuestros jóvenes los sueños de una vida sana, están edificando una sociedad sin futuro y que el ambiente que se está creando es asfixiante”, estima.
Luego vendrá el llanto y los lamentos “y de nada valdrán las riquezas acumuladas por unos cuantos que las hicieron olvidándose del compromiso comunitario, y otros que la alcanzaron apoyados en la corrupción, porque el caos creado les hará difícil poder disfrutarla”.
Camino espera que la muerte de Kelvin “sea un campanazo que despierte la conciencia dormida de padres y madres que ignoran los pasos que están dando sus hijos, o no se dan cuenta de que una parte de la sociedad les está arrebatando los valores para conducirlos a una existencia vacía”.
El semanario católico alerta de que es la hora de que el Estado “asuma su cuota de responsabilidad frente a la situación de tantos jóvenes que desean encontrar oportunidades para una realización plena, y que ven cerradas tantas puertas, cuando han hecho el esfuerzo para prepararse”.
Se pregunta Camino cuántas veces el clientelismo político ha sido culpable “de que nuestros muchachos, formados y preparados académicamente, vean que el puesto de trabajo que soñaron está ocupado por alguien cuyo único aval es su filiación partidaria”.
“Ojalá escuchemos a nuestros obispos, quienes en su mensaje del 27 de febrero, refiriéndose a los adolescentes y jóvenes, decían: Luchemos por políticas y programas de prevención contra el uso ilícito de sustancias alcohólicas, estupefacientes y psicotrópicas”, concluye el semanario Camino.
El concepto lo expresa el vocero escrito del Arzobispado de esta ciudad en su edición del próximo domingo, a propósito del fallecimiento de Kelvin Mejía, ocurrida esta semana en La Romana, tras ingerir sin pausa el tequila que había dentro de una botella, en un concurso donde estaban en juego 30 mil pesos.
Por intermedio de su editorial titulado “Sin futuro”, Camino sostiene que al presenciar actos como ese “nos queda la sensación amarga y triste de ver una sociedad que va por rumbos sin esperanza”.
Al tiempo de insistir que adultos le están declarando la guerra a los jóvenes, el semanario agrega que los están envenenando con los vicios y alineándolos para convertirlos en veletas.
“No se dan cuenta que al borrar de nuestros jóvenes los sueños de una vida sana, están edificando una sociedad sin futuro y que el ambiente que se está creando es asfixiante”, estima.
Luego vendrá el llanto y los lamentos “y de nada valdrán las riquezas acumuladas por unos cuantos que las hicieron olvidándose del compromiso comunitario, y otros que la alcanzaron apoyados en la corrupción, porque el caos creado les hará difícil poder disfrutarla”.
Camino espera que la muerte de Kelvin “sea un campanazo que despierte la conciencia dormida de padres y madres que ignoran los pasos que están dando sus hijos, o no se dan cuenta de que una parte de la sociedad les está arrebatando los valores para conducirlos a una existencia vacía”.
El semanario católico alerta de que es la hora de que el Estado “asuma su cuota de responsabilidad frente a la situación de tantos jóvenes que desean encontrar oportunidades para una realización plena, y que ven cerradas tantas puertas, cuando han hecho el esfuerzo para prepararse”.
Se pregunta Camino cuántas veces el clientelismo político ha sido culpable “de que nuestros muchachos, formados y preparados académicamente, vean que el puesto de trabajo que soñaron está ocupado por alguien cuyo único aval es su filiación partidaria”.
“Ojalá escuchemos a nuestros obispos, quienes en su mensaje del 27 de febrero, refiriéndose a los adolescentes y jóvenes, decían: Luchemos por políticas y programas de prevención contra el uso ilícito de sustancias alcohólicas, estupefacientes y psicotrópicas”, concluye el semanario Camino.
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