Autora: Margarita Cedeño
Todos los sectores de la economía han sido afectados por la situación del COVID-19. Pero quizás, el que tiene más razones para preocuparse es el turismo, ya que depende de una cadena de factores que serán los de más difícil recuperación una vez superemos la pandemia.
La Organización Mundial del Turismo ha dicho que la confianza será la base fundamental del turismo post-Covid, porque ninguna persona se aventurará a visitar un destino donde no exista la certeza de un buen manejo de la crisis y sus secuelas.
Afortunadamente, las decisiones atinadas del presidente Danilo Medina y el compromiso del sector privado, han demostrado un manejo excepcional de la crisis del coronavirus, asegurando al país una pronta recuperación económica y que nuestro sistema sanitario se mantenga apto para responder a las necesidades de los infectados.
En definitiva, como dice nuestro Ministro de Turismo, los países que mejor manejen la situación del coronavirus, serán los que recuperarán su turismo con mayor rapidez.
Sin embargo, esa confianza de la que habla la Organización Mundial del Turismo requerirá de ajustes a nuestro modelo de turismo “todo incluido” de sol, playa y arena.
Requerirá cambios en la manera como se higienizan las habitaciones, el tiempo contemplado para la entrada y salida de los turistas, medidas en la aviación, en los aeropuertos y en la capacidad de respuesta ante cualquier rebrote del COVID-19.
Nuestros empresarios del sector turístico siempre han demostrado una gran capacidad de resiliencia ante los desastres naturales y lo choques económicos, y tenemos la certeza de que ahora no será distinto. Se tomarán las medidas necesarias para el resurgir del sector, pero a la vez se requieren políticas públicas de incentivo y apoyo, que vuelvan a encender en poco tiempo la locomotora del turismo, como eje del desarrollo económico del país.
Por otro lado, hay que comprender las realidades financieras del sector. El producto principal del turismo no se guarda en inventario, lo que obliga a los hoteleros a diseñar estrategias para motivar una mayor rentabilidad.
También hay que pensar en los negocios que sobreviven alrededor de la oferta turística, como los guías, empresas de entretenimiento, agroempresas, etc.
Para todos habrá que diseñar estrategias financieras para que puedan accesar a dinero a bajo costo, de forma que puedan reactivar sus operaciones en el mediano plazo.
El objetivo común debe ser mantener a la República Dominicana como lider regional y diversificar la oferta turística, porque sin un sector turístico boyante, muchos empleos y empresas están en riesgo.
A nivel mundial, se estima que hay 75 millones de empleos en riesgo por la caída del turismo.
Para atraer a los turistas se hace necesario certificar a las empresas turísticas en lo relativo a medidas sanitarias y de higiene, y a partir de ahí, diseñar e implementar acciones contundentes que mantengan la buena marca que tiene la República Dominicana en el mundo.
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