miércoles, 20 de mayo de 2020

Primero la responsabilidad

Autora-Margarita Cedeño
En días recientes se ha abierto un debate alimentado por la oposición en torno a si se hace necesario que tome una licencia de mis funciones ejecutivas, por mi condición de candidata vicepresidencial. 

Podría explayarme en una motivación jurídica analizando los postulados del artículo 139 de la Ley Orgánica del Régimen Electoral y el artículo 80 de la Ley de Función Pública, pero no se hace necesario, sus disposiciones están suficientemente claras: se excluyen de la suspensión de funciones a los cargos electivos.


Sin embargo, consciente del rol que me ha tocado jugar en la administración pública, siempre he aspirado a que primen los valores en el desempeño de las responsabilidades que tengo bajo mi cargo y someter mis acciones al ejercicio de la íntima convicción y de la visión cristiana de nuestro accionar. 

Me ha tocado ejercer el rol de Coordinadora de las políticas sociales en un momento único en la historia de la humanidad. Como he dicho antes, habría sido un ejercicio de suma irresponsabilidad abandonar mis funciones, tan necesarias en este momento, para dedicarme a hacer campaña política. Lo correcto era poner en pausa la política y dedicarme en cuerpo y alma al desarrollo efectivo del programa “Quédate en Casa”.

¿Otros podrían haberlo hecho? Seguro que si, pero en esta crisis el tiempo es un factor esencial y, en consecuencia, no había tiempo para la curva del aprendizaje. ¿Se le pide al Presidente que deje de ejercer sus funciones cuando es candidato? Claro que no. ¿Se me pidió que tomara licencia en el 2016, cuando fui candidata y seguí en mis funciones? Claro que no. ¿Por qué ahora? Saquen ustedes sus propias conclusiones

La tarea mayúscula de hacer realidad “Quédate en Casa”, en tan poco tiempo y con tanta efectividad, recayó sobre un gran equipo de trabajo de varias instituciones. Sin tumultos, sin reclamos mayores, sin discrecionalidades ni favoritismos, asignaron el beneficio correspondiente a 1.5 millones de hogares en todo el país, que en realidad lo necesitan, de todas las ideologías y partidos.

El 12 de marzo, último día de la campaña municipal, que estuvimos acompañando al pueblo de Neiba y al Alcalde que resultó electo el pasado 15 de marzo, fue la última vez en la cual realicé actividades propias de una campaña electoral. Desde esa fecha, por respeto a mis funciones, me he concentrado exclusivamente en la tarea institucional y en el combate al coronavirus.

La reflexión que he realizado en los últimos días me lleva a las palabras de Su Santidad Francisco, al resaltar la valentía de las mujeres quienes, a diferencia de muchos de los Apóstoles “que huyeron presos del miedo y la inseguridad, que negaron al Señor y escaparon, ellas, sin evadirse ni ignorar lo que sucedía, sin huir ni escapar…, supieron simplemente estar y acompañar”.

Por encima de la campaña política está la responsabilidad necesaria para combatir la crisis, estar del lado de las personas y apoyarles en sus necesidades. Siempre estaré del lado de quienes observan las reglas y normas con celo y honestidad, pero no de quienes ajustan la norma a las necesidades del momento o a los intereses políticos coyunturales.

La historia juzgará a los líderes que actuaron ante esta pandemia, no por sus palabras, sino por sus hechos, si estuvieron del lado de las personas y sus necesidades, si fueron solidarios y encontraron soluciones factibles y adecuadas a los problemas de esta sociedad o si por el contrario, tomaron el atajo más fácil: criticar, denostar y desinformar en medio de una situación que requiere de la valentía, la solidaridad y la grandeza humana de todos y todas.
 

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