SANTIAGO. Al conmemorarse ayer el 173 aniversario de la
Batalla del 30 de Marzo, el semanario Camino consideró que hoy los
dominicanos se enfrentan a una acción similar, pero contra el mal de la
corrupción, la inseguridad ciudadana y la falta de transparencia a todos
los niveles.
El órgano escrito del Arzobispado de esta ciudad se refiere al tema en el editorial titulado “La otra batalla”, que formará parte de su edición que circulará el próximo domingo en los templos católicos.
Camino considera que esta lucha no es menos riesgosa que aquellas que libraron los dominicanos el 19 y el 30 de marzo de 1844. “Estamos conscientes de que hay intereses muy fuertes que son defendidos a cualquier precio, por lo que estamos en peligro”.
El editorial agrega que lo incorrecto, lo mal hecho, quiere imponerse como lo normal y que “el sueño de los forjadores de nuestra nacionalidad se nos aleja”.
Por eso, hoy, como ayer, “tenemos que sentar las bases de una sociedad sustentada en valores, en donde los privilegios particulares no ahoguen los anhelos de una comunidad nacional que busca vivir con dignidad”.
“La batalla de hoy es hacer cumplir la Ley, caiga quien caiga. No se admiten titubeos ni complicidades con los que hacen daño a los más pobres y excluidos de la sociedad”, puntualiza el semanario.
Y sólo así florecerá la semilla de la esperanza “para darnos una cosecha de estructuras nuevas, por donde transiten unas relaciones sociales armoniosas, revestidas de justicia y alegría fraterna”.
El órgano escrito del Arzobispado de esta ciudad se refiere al tema en el editorial titulado “La otra batalla”, que formará parte de su edición que circulará el próximo domingo en los templos católicos.
Camino considera que esta lucha no es menos riesgosa que aquellas que libraron los dominicanos el 19 y el 30 de marzo de 1844. “Estamos conscientes de que hay intereses muy fuertes que son defendidos a cualquier precio, por lo que estamos en peligro”.
El editorial agrega que lo incorrecto, lo mal hecho, quiere imponerse como lo normal y que “el sueño de los forjadores de nuestra nacionalidad se nos aleja”.
Por eso, hoy, como ayer, “tenemos que sentar las bases de una sociedad sustentada en valores, en donde los privilegios particulares no ahoguen los anhelos de una comunidad nacional que busca vivir con dignidad”.
“La batalla de hoy es hacer cumplir la Ley, caiga quien caiga. No se admiten titubeos ni complicidades con los que hacen daño a los más pobres y excluidos de la sociedad”, puntualiza el semanario.
Y sólo así florecerá la semilla de la esperanza “para darnos una cosecha de estructuras nuevas, por donde transiten unas relaciones sociales armoniosas, revestidas de justicia y alegría fraterna”.
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