EDITORIAL DEL PERIODICO "EL NACIONAL"
Los efectos de intensas lluvias, desbordamiento de ríos, cañadas y arroyos, deslizamientos y derrumbes que ha causado el paso del huracán Matthew por la vecindad de la isla Hispaniola, ha puesto al desnudo enormes trazos de miseria y marginalidad que se extienden de un lado a otro de la geografía nacional.
Esos asentamientos considerados como “vulnerables” por las autoridades resultan siempre los más golpeados por huracanes, ciclones, tormentas o depresiones tropicales, aunque su gente vive en permanente angustia sin importar si llega o se va un fenómeno meteorológico.
Y es que, aún persiste la imaginaria alambrada detrás de la cual malviven millones de ciudadanos en condiciones precarias, donde no llegan o son precarios los servicios de salud, educación, vivienda segura, agua potable, calles asfaltadas o mínimas posibilidades de inserción laboral.
Se admite que las autoridades han conformado un eficiente sistema de prevención y auxilio para casos de desastres que se activa de manera rápida y simultánea en todo el territorio nacional, pero el mapa de pobreza y marginalidad es siempre el mismo.
También se resalta como positiva la intervención personal y directa del presidente Danilo Medina en todo lo relacionado con los esfuerzos del Gobierno para mitigar los daños que causaría el paso del huracán Matthew, que anoche serpentea el suroeste de Haití.
Los vientos y las lluvias de Matthew levantan el manto de indiferencia social que cubre una amplísima franja del territorio nacional colmada de iniquidad y marginalidad, a donde no ha llegado la justicia de la redistribución del ingreso.
Es por eso que Gobierno y sociedad deberían saber que ese huracán saldrá pronto de los radares meteorológicos, pero los efectos del otro ciclón, el de la injusticia social y exclusión económica, continuarán anegando las esperanzas de miles de dominicanos poder llegar hasta donde reparten panes y peces.
A más de la Comisión Nacional de Emergencia (COE), conglomerados de instituciones y organizaciones que ayudan a prevenir y mitigar daños por el paso del huracán Matthew, el Gobierno debe profundizar sus políticas públicas destinadas a mitigar los efectos del huracán de la pobreza y de la pobreza extrema.
Los efectos de intensas lluvias, desbordamiento de ríos, cañadas y arroyos, deslizamientos y derrumbes que ha causado el paso del huracán Matthew por la vecindad de la isla Hispaniola, ha puesto al desnudo enormes trazos de miseria y marginalidad que se extienden de un lado a otro de la geografía nacional.
Esos asentamientos considerados como “vulnerables” por las autoridades resultan siempre los más golpeados por huracanes, ciclones, tormentas o depresiones tropicales, aunque su gente vive en permanente angustia sin importar si llega o se va un fenómeno meteorológico.
Y es que, aún persiste la imaginaria alambrada detrás de la cual malviven millones de ciudadanos en condiciones precarias, donde no llegan o son precarios los servicios de salud, educación, vivienda segura, agua potable, calles asfaltadas o mínimas posibilidades de inserción laboral.
Se admite que las autoridades han conformado un eficiente sistema de prevención y auxilio para casos de desastres que se activa de manera rápida y simultánea en todo el territorio nacional, pero el mapa de pobreza y marginalidad es siempre el mismo.
También se resalta como positiva la intervención personal y directa del presidente Danilo Medina en todo lo relacionado con los esfuerzos del Gobierno para mitigar los daños que causaría el paso del huracán Matthew, que anoche serpentea el suroeste de Haití.
Los vientos y las lluvias de Matthew levantan el manto de indiferencia social que cubre una amplísima franja del territorio nacional colmada de iniquidad y marginalidad, a donde no ha llegado la justicia de la redistribución del ingreso.
Es por eso que Gobierno y sociedad deberían saber que ese huracán saldrá pronto de los radares meteorológicos, pero los efectos del otro ciclón, el de la injusticia social y exclusión económica, continuarán anegando las esperanzas de miles de dominicanos poder llegar hasta donde reparten panes y peces.
A más de la Comisión Nacional de Emergencia (COE), conglomerados de instituciones y organizaciones que ayudan a prevenir y mitigar daños por el paso del huracán Matthew, el Gobierno debe profundizar sus políticas públicas destinadas a mitigar los efectos del huracán de la pobreza y de la pobreza extrema.
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