martes, 3 de febrero de 2015

La plancha de Tita

Por: Cristian Rodriguez
Corpus-cuentos
A mi nadie me va acabar mi vida, cuando yo fui donde el dentista ya no quedaba una sola dentadura en mi boca, no soportaba ver un diente negro o una muela careadas, fue por eso que cuando María Cornelio llego a la cita para solicitar el implante de las dos cajas de dientes, solo hubo que coger las medidas y en cinco días ya estaba como nueva. Esa historia no deja de contarla en ningún espacio o tiempo de su vida.
El primer fin de semana del mes de Enero del 2015 estábamos sentados en la cafetería ¨La Risita,¨ Carmelo Tifa, considerado el mas critico de los habladores del barrio,  Mabel Trufel ¨  ¨La Chocolate¨ chismosa e incomprensible por naturaleza, se siente orgullosa en recordar que se pueden contar con los dedos de las manos los hombres del barrio que no pasado por esta pista llenas de curvas.
Rafael Santos ¨Diente de Oro¨ y María Cornelio ¨La Tita.¨ Ese día a Carmelo Tifa le llego a la mente recordar una historia de principios de los años setentas, relacionadas con una figura que se hizo popular en la barriada, nos contaba Tifa que en aquellos tiempos las protestas en el barrio por las demandas reivindicativas y la intolerancia de los gobiernos del ex presidente Joaquín Balaguer eran una constantes, para esa fecha la mayorías de jóvenes de la ciudad estaban involucrados en los movimientos populares, los clubes y los partidos de las izquierdas, fue en esos entonces que nació en el barrio viejo Puerto Rico el movimiento ¨El trueno de Machepa,¨ Dientes de Oro le riposto a Carmelo diciéndole que el es muy joven para contar esa historia, pero yo leo, le contesto Carmelo y además mis padres me contaron la historia completa del barrio y del Trueno de Machepa, Dientes de Oro se hecho a reír, tu no sabe na muchachito, mira mi edad, yo soy de ese tiempo, forme parte del movimiento y el loco popular lo que fue solo una marioneta de nosotros. En el momento en que Carmelo Tifa reiniciaba con la historia había pasado por la acera del frente de la cafetería Rodolfo Cruceta, hermano de un joven que adquirió mucho liderazgos para aquellos tiempos y fue a partir de ese momento que inicio la historia. Míralo ahí, comento Tita, esta acabado y sin diente, ese es el resultado de dedicarse a tirar piedra sin dirección, se pasaron muchos años creándoles problemas a un gobierno que no dejo tumbarse por ese lío de vagos que habían en aquella época, mira esta plancha de dientes que tengo en mi boca, eso es porque yo odio a las personas que se descuidan de su dentadura, yo no puedo vivir sin sonreír, cuando a mi me comenzaron a carear la dentadura, cogía un cuchillo y me raspaba la muela o el diente hasta que no quedo una dentadura en mi boca, eso lo hacia porque le tengo miedo a las anestesias y la mayoría de esos viejitos locos, borrachones abandonados son los que quedaron anestesiados por el régimen de los 12 años, es por eso que yo me rascaba y gastaba mis dentaduras. 

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