martes, 27 de mayo de 2014

El punto medio de la inmoralidad

Por: Cristian Rodríguez--
"Hoy no se busca la posición política para poner a su servicio talento, carácter, patriotismo, sino para que aquella sirva a los fugaces caprichos de oscuros bienes, de miserables sueños"... Leandro Alem.
No solo en política se tiene esta actitud fugaz, de pretender posiciones, hay otros quehaceres que aspiran lograr la madurez de sus fantasías, pretensiones de tenebrosos caudales y mezquinas fantasías.
 Los seres vivos racionales han concluidos de que la imparcialidad no existe, una verdad que Ortega y Gasset hubiera discutido, por su postulado de que la verdad no existe, cada quien tiene su propia verdad, pero hay que estar en capacidad de defenderla y exponer sus argumentaciones. 
Los inmorales no son inicuos ni ajustados en la adopción de posiciones en el trayecto de su vida, siempre están en un punto medio. 
En matemática se define punto medio al que se encuentra a la misma distancia de cualquiera de los extremos. 

Es el punto que tienen pendiente algunos "humanistas" para arrancan hacia el lado que le conviene en situaciones apropiadas. 
Y le funciona su estrategia, porque siempre están en el poder, conocen las debilidades de los dirigentes políticos, empresariales y de otras calañas que ellos engañan con el recursos de ser supuesto miembros de un poder que no esta en el esquema del Estado. 
Es su estilo de vida, su presencia en dos extremos es notable, involucran las dos raleas en los proyectos de los cuales puedan tener presencia inicua para luego reclamarla en tiempo en que una determinada parcela no este en el poder. 
"Todos los imbéciles de la burguesía que pronuncian las palabras: inmoralidad, moralidad en el arte y demás tonterías me recuerdan a Louise Villedieu, una puta de a cinco francos, que una vez me acompañó al Louvre donde ella nunca había estado y empezó a sonrojarse y a taparse la cara. Tirándome a cada momento de la manga, me preguntaba ante las estatuas y cuadros inmortales cómo podían exhibirse públicamente semejantes indecencias". Charles Baudelaire.
Así exhiben a muchos líderes de nuestra sociedad, que se dejan manejar por impúdicos promotores de situaciones mediáticas, la sociedad lo conoce, pero siempre tienen las llaves para penetrar a las esferas del poder. Ser amigos de todos, estar bien con todo el mundo, todos son nuestros hermanos, es el punto medio para acercarse al extremo que le conviene en un momento determinado. Para mucho no es extraño que tengan amigos en ambos extremos, es una actividad normal en su vida, las herramientas que usan, son esenciales para manipular el compromiso del futuro.

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