miércoles, 22 de enero de 2014

La Delincuencia en la Población y La Juventud

 Por: Carlos Jose Bencosme--
Un ambiente de zozobra se cierne sobre la población. La violencia cotidiana del crimen organizado y las malas acciones de jóvenes sin un patrón a seguir, en un país cuyos gobiernos penetrados por la corrupción y que optan por usar las comunidades para abastecerlas de cosas e ideas que son de su responsabilidad, y con estas acciones engañar al ciudadano conjuntamente con el grave deterioro de las condiciones socio económicas de la mayoría, provocan la pesadumbre de amplios sectores rurales y urbanos que ven amenazados sus trabajos, entornos familiares, patrimonios e incluso la propia preservación de sus vidas, por la falta de seguridad.


Las clases medias y altas, gozando de todo lo que la vida les puede ofrecer, mientras la clase pobre (que es la mayoria), se encuentra desprotejida, sin oportunidades de crecimiento y desarrollo, lo que conlleva a los jovenes de los barrios populares a deshacerse de los estudios y el trabajo organizado, tomando Estos la iniciativa de en muchas ocaciones, vender algun tipo de Drogra para sobrevivir, pues las oportunidades que se les pueden ofrecer para que sean ciudadanos de exito y de ejemplo a seguir son muy minimas.
Esto, por la manera de hacer Politica en la Republica Dominicana y en el mundo que ha llevado a los ciudadanos, especialmente a los mas jovenes a desarrollar las mas peligrosas formas de sobrevivir, pues por la falta de empleos, algunos optan por irse a la calle a robar y hasta a asaltar a personas para despojarles de sus pertenencias, y es que, se debe implementar un patron a seguir para la juventud y la niñez que les permitan buscar las mejores maneras de vivir en un mundo en que la preparacion espiritual y fisica, son imprescindibles para una mejor Vida.
 Por otro lado la corrupcion e incapacidad de las autoridades y los sectores mas poderosos para responder a este tsunami de inconciencia y falta de educacion nos hacen vizlumbrar el fondo de sus causas estructurales y politicas que dejan sentir sus rigores en el hambre, la enfermedad, el desempleo y la pobreza generalizada de millones de personas.
Claro que para la mayoría de la población, la solución a estos problemas no es posible, por lo que a los gobiernos solo les queda la prevención. 
En Conclusión,  con el “combate a la delincuencia” se pretende asumir como algo normal, e incluso recomendable, la vigilancia en carreteras y en las calles de las ciudades por la Policía como parte de un programa de prevención, no es suficiente e incluso hasta empeora la situación por la violación de los derechos de los ciudadanos en los chequeos, pues generalmente las personas apresadas son inocentes por lo que se considera una violación de los derechos humanos, es decir, que antes de cuidar a la población, hay que orientar a quienes se dan la tarea de protegerla.
Hay que promover el despertar de la conciencia, pues mientras la juventud y la niñez, centren su atención en las malas costumbres, hábitos y hasta la mala música o como le quieran llamar a los sonidos emitidos por delincuentes, que venden su imagen a los jóvenes, con el único fin de ganar dinero fácil. Esta cultura es lo que ha generado en los jóvenes, que sigan un camino a la violencia desmedida en contra de las mejores costumbres.
  
Los niños deben ser el objetivo de las personas adultas, pues estos son como la tierra de nuestros jardines, lo que sembremos en ellos hoy, cosecharemos en el futuro; si sembramos odio, violencia, cosecharemos delincuentes, si cosechamos buenas costumbres, conciencia y esperanza, cosecharemos mejores ciudadanos, y un mañana mas provisorio.

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