Periodista: Corpus Cristian Rodriguez
Existen palabras que son propias, originales de algunas regiones o países, en República Dominicana tildar a un ciudadano con el mote de “Pariguayo” es el resultado e interpretación de una burla. 
Resulta que escuche a un ciudadano decirle a otro que todo aquel que no se cambió para el Partido Revolucionario Moderno no sabe buscársela en la política, ha seguida señalo que todos son ladrones, se me cayó la cara en ese momento, pero reaccione y me desahogue frente aquel desvergonzado ciudadano que tuvo el tupé frente a otros ciudadanos de involucrarnos a todos en ese círculo nebulosos donde conviven los inmorales.
Son muchos los que se han sumados a la caravana de la inmoralidad y al desgaste ético, es necesario comenzar de nuevo para lograr las transformaciones que necesitan los pueblos.
Ya es hora de tomar la determinación de motivar a los políticos a sacrificarse por el rescate de los valores, de la pasión a la política.
No es nueva mi preocupación ni la de muchos dominicanos, los narcotraficantes, los falsos modelos de nuestra sociedad están influyendo sin control a que nos adaptemos a un estilo de vida donde los inmorales sean los que tengan el salten por las mangas para adaptarnos a vivir en un país controlados por los deshonesto, mafiosos, corruptos, entre otras ratas y alimañas ligadas a los gobiernos.
Debemos de despertar, reclamar desde la montaña más alta de nuestro territorio, que no todo está perdido, que la dignidad no se come, pero ayuda a fortalecer los valores, que la pasión es un canto de identidad ideológicas, de sueños de Abnegación por la patria.
“Todos los políticos son ladrones” es una frase que debemos de cambiar con el trabajo, la dedicación responsable hacia un destino donde todos vivamos en libertad.
Una libertad de elegir sin manipulación, que no exista la posibilidad de que una persona venda sus conciencias por centavos.
El concepto de que todos los políticos son ladrones debe de cambiar y para eso se deben de formar hombres y mujeres en capacidad de servir, para que los que nos representan en el poder se comprometan a lograr objetivos de desarrollo, para que la equidad sea una realidad, para eso tenemos que enfilar los cañones hacías metas específicas como la educación, tecnología y ciencias, ejes fundamentales para el empuje de las naciones.
La dignidad, la pasión, la soberanía, entre otros conceptos morales y ético están perdidos y hay recuperarlo por cualquier vía y la más indicada es rescatando los valores en nuestra sociedad.
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