miércoles, 16 de octubre de 2019

Arrestan a gerente de la empresa Munné en SFM involucrado en fraude millonario

Las autoridades policiales arrestaron a Luis Francisco Espinal, gerente de la empresa Munné SRL, en San Francisco,  por su vinculación al fraude financiero que afecta a decenas de personas.
La fiscal titular de la provincia Duarte, Smaylin Rodríguez, manifestó que Espinal fue arrestado en la ciudad de Santo Domingo durante el día de ayer. Rodríguez explicó que en las próximas horas se le conocerá medida de coerción a Espinal.

Señaló que Espinal será procesado ante la acusación que le hiciera la empresa Munné SRL, así como las acusaciones de varios de los afectados.
Fraude en Munné
La chocolatera Munné SRL que por décadas opera en la ciudad de San Francisco de Macorís se destapó con un fraude millonario con miles de francomacorisanos afectados. La compañía ha reconocido que debe 624,8 millones de alrededor de cinco a seis ml personas, cifras que aún están por definirse.
Este fraude tiene su origen en el mecanismo de captación de recursos que Munné instaló en este pueblo y que funcionó durante décadas.
A los productores de cacao, Munné les recibía dinero en calidad de “préstamo” que la compañía utilizaba luego para invertir en el mismo sector.
Con el tiempo, la modalidad se diversificó ampliamente y Munné abrió sus puertas no solo a productores, sino a cualquier ciudadano que deseara depositar su dinero en Munné y recibir mejores intereses que la banca tradicional. A cambio de estos depósitos, la empresa otorgaba un porcentaje de interés más atractivo.
“La tasa de interés que ellos pagaban estaba por encima de la tasa bancaria oficial, porque si la tasa estaba al 10%, ellos te daban 2, 3 y hasta 4 puntos por encima”, Federico Garabot, médico pediatra y quien ha sido uno de los afectados.
Pero esta estrategia tuvo un quiebre y fue en junio de este año cuando Munné, sucursal San Francisco de Macorís, reconoció el fraude financiero con origen en la misma empresa, que ha imposibilitado pagar los intereses a miles de sus clientes desde mayo, mucho menos, entregarles el capital.
La dimensión de este fraude ni siquiera la misma empresa lo sabe.
En un esfuerzo por dar con los números, Nuria Investigación Periodística pautó entrevista con el abogado de la compañía Raymundo Haché, de quien se esperaba que explicara las implicaciones financieras. Pero luego de acordada, la entrevista fue cancelada por la compañía.
Los números estimados están contenidos en una resolución que emitió el pasado 22 de julio la Décima Cámara Civil y Comercial del Juzgado de Primera Instancia del Distrito Nacional, en la que le dio luz verde a la compañía para acogerse a un reestructuración, amparada en la Ley 141-15 de Reestructuracion, Liquidación de Empresas y Personas Físicas.
Los documentos que presentó Munné al tribunal para lograr la restructuración, señalan que entre septiembre del 2018 y mayo del 2019 registró activos de RD$1,425,682,418 y pasivos que ascendieron a RD$2,570,671,277. Sin embargo, en el documento de 735 páginas figura una deuda de 624,879,661 a miles de acreedores, ésta última cifra irreal e irrisoria.
Por este fraude millonario, Munné acusa solo a dos empleados que durante 10 años defraudaron a la empresa: al cajero Francisco Manuel Matrillé, de 33 años y dirigente comunitario y al gerente general Luis Espinal Hernández, quien es uno de los seis propietarios de Munné. La compañía presentó una querella contra ambos por “abuso de confianza” y solicitó una condena de 20 millones de pesos como indemnización por los daños causados, una cifra que resulta chistosa para el dinero que está en juego.
“Entre él (Luis Espinal Hernández) y el cajero (Francisco Manuel Matrillé) se apropiaron de unos 10 millones y le están negando (a los acreedores) devolverle cientos de millones. No podemos hablar de que 10 millones van a afectar a cientos de millones”, criticó Francisco Francisco, uno de los abogados que se querelló en contra de la compañía por estafa, abuso de confianza y asociación de malhechores.
El grupo de abogados querellantes contra Munné también impugnaron la decisión del Tribunal que aprobó su reestructuración, por considerar que la compañía maniobraba como intermediario financiero, un tipo de operación excluida de la ley de restructuración.
El camino ahora es bastante largo y tedioso, pues con la restructuración, el tribunal dio apertura de un proceso de conciliación con los acreedores que inició con identificar a todos los afectados, que cada vez tienen menos paciencia y la compañía recibe cada vez más presión.

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