Por: Cristian Rodriguez
corpus_19_@hotmail.com
En el mito de la caverna de Platón, el famoso filósofo
griego planteaba que la verdad es independiente de nuestras opiniones. Estará
siempre ahí aunque nadie crea en ella. Es una visión muy idealista sobre lo que
existe.
Los perdedores siempre se enganchan con herramientas pesadas,
en su intento buscan miles de forma de usar el cuellos de los triunfadores, además nunca reconocen las conquistas de los
ambiciosos.
Cuando buscamos lograr algunos objetivos, la luz de la
esperanza hace el mismo recorridos para todos, solo hay que engancharse.
Escribir sobre los valores positivos de un ciudadano con
responsabilidad social, resulta conflictivo
en una humanidad que sella en su frente las acciones brumosas para ni
siquiera hablar, se sienten satisfecho de que su maldad, rencor, envidia la
vean expuestas en su semblante.
La pos verdad es un recurso de mucho uso en la segunda década
del siglo XXI. . Esta noción marca una realidad, que entre la verdad y la
mentira hay un espacio de aguas vagas que corre a esas dos definiciones; pero
mi intención no es dejarme arrastrar por los recursos transfigurados de muchos
que no admiten la gradación constantes
de un ser humano que ha sabido romper barreras, que lo convierten en merecedor
de exhibir una antorcha propia del conjunto que han luchado tenazmente por los
mejores intereses de la nación.
Carlos Amarante Baret está en la lista de los diamantes que
conforman el circulo de aspirantes a dirigir los destinos de la nación Dominicana,
pero tiene un escollo y tal vez mas, factor este que lo obliga a desarrollar
estrategias viles en contra de quien tiene mayor posibilidad de ser el
candidato de la organización política de la cual es uno de sus fundadores. El tiene
en su bitácora una escala de decoros que lo potencializan para ser presidente,
sus discursos tienen la entonación global de integración regional y la convicción
de fortalecer la producción para poder lograr la capacidad competitivas que
tienen los países exportadores.
Las encuestas no le dan la mínima posibilidad, está
esperanzado en que el presidente Danilo Medina le conceda la antorcha, tiene la
esperanza de que los agradecidos devuelvan el esfuerzo henchido en sus hombros,
una quimera con posibilidades escasas, los diamantes que están en el terreno político
tienen volúmenes de pesos en creciente aumento.
“Es bueno tener una competencia validad. Te empuja
hacerlo mejor”
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