Por: Cristian Rodríguez
corpus_19_@hotmail.com
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Si en verdad es incierto el destino político del movimiento
verde en la República Dominicana, cuál sería la decisión de la gran mayoría que
se ha sumado a la denuncia de corrupción y se castigue a los funcionarios,
empresarios y políticos que recibieron sobornos de la empresa Odebreth.
Por ahora es un terror para los protestantes calificarlos o
señalar sus militancias políticas. Ya los dirigentes del Partido Revolucionario
Moderno, los de renombre han justificados su participación en la misma y su
planteamientos se apoya en que son ciudadanos de la República Dominicana, un
derecho que les existe, pero su única
intensión a la vista de todos es debilitar al partido oficialista para
aproximarse con posibilidades a la conquista del poder.
Representan una importante cuantía electoral los verdes,
pero nos preguntamos, en quien confían en la elecciones del 2020. Ya la
consigna esta variando en el entusiasmo de las multitudes, el Movimiento Verde
pide la renuncia del presidente Danilo Medina y lo que debería hacer es
presentar documentos que involucren al presidente en actos dolosos y no es una
defensa, sino lo que procede judicialmente.
Mientras los generadores de opinión pública se atreven
aseverar que también los peledeistas apesadumbrados están asistiendo, apoyando
y promoviendo el mandato de los verdes, pero esta parte es discordante y a la
vez sensible en la inclinación que podrían asumir el grupo de los morados.
La mayorías de los verdes, lo que están al frente de estos
reclamos justo, reconocen la importancia de la expansión, crecimiento e innovaciones
que se han puesto en práctica y de hecho su efectividad en materia de generación
de opinión pública. Esta coyuntura no está siendo desaprovechada y lo más
seguro es que los verdes ya están pensando a quien elegir, apuntalar para que
los represente en la competencia electoral del 2020, para eso tendría que combinar
el discurso con propuesta de desarrollo para la nación, leyes rígidas en contra
de la corrupción, manejo ecuánime del presupuesto de nación, un candidato que exponga
confianza y que además se socialice un nuevo estilo de gobernar con respecto y
rectitud.
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