¨Hay una manera simple de resolver el problema de la delincuencia:
cumplir la ley; castigar a aquellos que no lo hacen.¨ Rush Limbaugh
Por: Cristian Rodríguez
Formular un día sin delincuencias en una de las provincias más
insegura de la República Dominicana está subordinado a cuestionamientos que podría
debilitar la intensión de sus proponentes. Quienes consensuaron para hacer
realidad esta petición buscan de hecho la reacción de las instituciones
establecidas en la ciudad de Moca.
Despertar el interés incondicional de todos el conglomerados debe ser el interés del
Centro de Desarrollo Comunitario (CDC) una entidad que nació con el interés de
que los jóvenes profesionales y con inquietudes se integren para hacer aportes
importantes a las nuevas generaciones y que las autoridades tomen en cuentas
las extenuaciones potenciales en el municipio.
El día 21 de abril del 2017 se eligió para simular una nueva
estrategia para disminuir la delincuencia en la provincia Espaillat, la finalidad
es sugerir que hace falta a nivel institucional, proponerle a los coterráneos fórmula para andar vigilantes en las calles,
evitar portar prendas u objetos que llamen la atención, evitar salir de noche y
no frecuentar lugares peligrosos, estas acciones disminuyen los actos delincuenciales
pero no la delincuencias.
Muchos países del mundo en especial América Latina han
despertados en el siglo XXI con una contrariedad que desarmoniza el espíritu de
convivencias y los factores que inciden para la consolidación de este clima de
inseguridad producto de la delincuencias es el resultado de la ambición y las dilapidaciones
de los recursos que administra el Estado Dominicano.
Parece que la juventud organizada de la ciudad de Moca
quiere un mejor mañana, hoy los niveles de inseguridad son alarmantes e
insisten en que se pongan en prácticas las siguientes proposiciones: Establece
una serie de objetivos específicos, que buscan promover y articular mecanismos
para concienciar a las familias, comunidades y organizaciones sociales sobre la
importancia de la educación en valores para la convivencia social y la paz.
Asimismo, asegurar la debida coordinación y articulación
entre las instituciones especializadas, organismos comunitarios y población en
general, en el diseño y ejecución de las políticas de prevención, vigilancia y
persecución del delito, el crimen y la violencia ciudadana, incluyendo la
violencia de género y contra niños, niñas y adolescentes, con el propósito de
lograr la construcción de comunidades seguras.
También priorizar el diseño y ejecución coordinada de las
políticas públicas dirigidas a garantizar que la población joven permanezca en
el sistema educativo, participe en las actividades sociales, culturales,
deportivas y recreativas, y se capacite para la inserción en el mercado
laboral, desde un enfoque de igualdad y equidad.
Las autoridades, los que creen ser merecedores de los
calificativos de líderes deben de prestar atención a estas preocupaciones de un
sector de la juventud, integrar a todos los sectores de la población para
involucrarlos a disminuir la delincuencias, es una tarea para motivar a la integración
y desde ahí promover el rescate de los valores de la familia, motivar a las
actividades culturales, exigir la creación de fuentes de trabajos; en fin,
crear un marco referencial de comportamiento moral y ético desde arriba hasta debajo
de todas la estructura de la sociedad.
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