jueves, 16 de febrero de 2017

Debilidades de las fuentes oficiales



La decencia y la pulcritud en la conducta son el único lujo que un hombre no necesita comprar con dinero (autor: Juan B. Justo)
Por: Cristian Rodríguez
No tengo a mano los antecedentes históricos más inmediatos de las encuestas de victimización producto de las delincuencias en la República Dominicana, pero podría partir de varios ejemplos exógenos, a partir de 1966 se efectuaron estudios pilotos en Estados Unidos sobre tendencias delictivas, los cuales “identificaron un nivel delictivo significativamente más elevado que el capturado en los registros policiales oficiales”. Es así que durante los años sesenta, los criminólogos identificaron las debilidades de las fuentes oficiales y buscaron métodos alternativos que permitieran descripciones más precisas de los hechos delictivos y de las percepciones de los ciudadanos víctimas de estos sucesos.

A partir de estas observaciones, se hace necesario diagnosticar las cifras ocultas del delito, es decir, los delitos que no se denuncian o que no son  registrados por las fuerzas de policía. Una disyuntiva que tiene desconcertado a la justicia y la sociedad en general. Son miles los métodos que la policía Dominicana utiliza para burlar las regulaciones del orden judicial, mucho de ellos están a la vista de todos. Establecer peajes en los puntos de drogas son actividades a la vista de todos pero los organismos internos de investigación se hacen de la vista gorda, las negociaciones en las instalaciones policiales anterior del ministerio publico están a la vista de todos, redes de delincuentes creados por la propia policía accionan a la vista de todos, estas actividades delictivas generan una percepción de opinión publica confusa porque las decisiones del Estado no son contundentes y ponen en peligro a los denunciantes de esta grave practica vergonzosa la cual pone en peligro la esperanza de quienes reclaman un mejor país.
El nombre de John Percival Matos permaneció por mucho tiempo escribiéndose en las portadas de los periódicos y comentados en otros medios de comunicacion. En el 2011 fue detenido con relación al robo de una avioneta en el Aeropuerto Internacional Joaquín Balaguer, hecho por el cual fue descargado.
De acuerdo con el informe de inteligencia ofrecido por la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD) en ese momento, la aeronave fue conducida a Venezuela, desde donde, de acuerdo a las fuentes, traerían un cargamento de drogas a una finca en “Las Matas”. 
El documento decía que se pudo confirmar la identidad de Percival, porque el tipo de letra con el que llenó el formulario de registro coincidía con escritos de éste. Además, aseguraba que la persona de control pudo ver el carnet de Percival como oficial del Ejército Nacional.
Por ese caso, el Tribunal de Atención Permanente dictó tres meses de prisión preventiva al primer teniente John E. Percival Matos y la avioneta fue encontrada luego en el Estado de Apure, en Venezuela.
En el 2013, Percival Matos y los demás implicados en el robo de la avioneta fueron descargados, bajo el alegato de que no había ningún tipo de evidencias que los vincularan al caso.
El ex teniente también fue acusado de participar en el asalto a un mensajero que se disponía a hacer un depósito de dinero en el Banco BHD León, ubicado en La Sirena de la avenida Charles de Gaulle, en Villa Mella, el 4 de agosto de ese año, donde resultaron heridas cuatro personas.
Además, Percival Matos fue vinculado a un asalto a un camión de valores en Bella Vista Mall, donde asesinaron un agente de seguridad y otro resultó herido. Esos datos, resultados de una investigación minuciosas fueron confirmados por lo que el presidente dio la orden de captura del referido delincuente, Percival lleno el vaso de agua al máximo, esta exageración condujo al ejecutivo actual, estaba fuera de control y la percepción de la sociedad dominicana antes del último hecho que saco de quicio al gobierno es de que existía la intensión de ocultar o proteger al reconocido delincuente. En definitiva hay que trabajar por una desinfección profunda en la policía, el sueldo es indispensable pero los valores y profesionalización debe ser una prioridad para que los cambios sean efectivos. El mensaje debe de partir de la pulcritud de un Estado con hombres y mujeres lideres que asuman la utopía de un mejor país…..la esperanza no puede perderse.

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