Por: Cristian Rodriguez--
La capacidad de los jóvenes en Republica Dominicana es una condición probada, a pesar de su exclusión luchan a diario para ganarse un espacio en la sociedad, las universidades están repletas de estudiantes jóvenes, deseosos en el futuro de jugar papeles importantes en la sociedad, sueñan con el propósito de lograr una mejor vida; el componente económico, género, educación, origen social y étnico, incluyendo los niveles de inseguridad obran como obstáculos para el acceso de miles de jóvenes a condiciones de vida básicas y a un ejercicio pleno de sus derechos ciudadanos. Es bien sabido que la representación de los jóvenes en el Estado es sumamente pírrica, la ausencia de estos en núcleos de trabajos, en las universidades u otros centro educativos es sumamente pírrica, en los barrios indigentes, de clases media y alta, los jóvenes no asumen roles que tiendan a producir cambio. Hoy, mañana y siempre los jóvenes no van a entender el viejo esquema conceptual de los ortodoxo, no es paradigmático el estilo de los jóvenes ver la realidad, es una situación de su realidad contemporánea. Son muchos los dirigente políticos que exponen a diario la necesidad de que estos se integren a la actividad política, los religiosos, los representantes culturales y comunales también plantean este tipo de preocupación, pero es una preocupación con un sello inadmisible por la juventud, quieren imponerle estilo culturales que no se ajustan a su realidad, hay que confiar en los jóvenes, son promotores de cambios sociales, son mucho los jóvenes que a pesar de las limitaciones, se están preparando, están creando la base para aportarle a la sociedad, pero da lastima que le inhiban su participación en los proyectos de la nación, los jóvenes tienen la peor cuota en el congreso nacional, la menor representación en las mayoría de las instituciones tanto privadas como publica. Los jóvenes que trabajan y estudian deben de preocuparse por integrarse a la actividad política, tomar participación en los proyectos diversos de su entorno, de esa forma podrían convertirse en promotores de valores de la mal llamada generación o grupo que ni trabaja ni estudia, es un condicionante para mantenerlo en los niveles estadístico de que son los que mas delinquen, lo que menos se interesan en participar en la solución de los problemas. Hay que variar el curso de la historia, crear un paradigma que acerque a los jóvenes a vivir su propia realidad, existe en el país un cliché con temas que no le interesan a los jóvenes, significantes conceptuales que los jóvenes no entienden.
La capacidad de los jóvenes en Republica Dominicana es una condición probada, a pesar de su exclusión luchan a diario para ganarse un espacio en la sociedad, las universidades están repletas de estudiantes jóvenes, deseosos en el futuro de jugar papeles importantes en la sociedad, sueñan con el propósito de lograr una mejor vida; el componente económico, género, educación, origen social y étnico, incluyendo los niveles de inseguridad obran como obstáculos para el acceso de miles de jóvenes a condiciones de vida básicas y a un ejercicio pleno de sus derechos ciudadanos. Es bien sabido que la representación de los jóvenes en el Estado es sumamente pírrica, la ausencia de estos en núcleos de trabajos, en las universidades u otros centro educativos es sumamente pírrica, en los barrios indigentes, de clases media y alta, los jóvenes no asumen roles que tiendan a producir cambio. Hoy, mañana y siempre los jóvenes no van a entender el viejo esquema conceptual de los ortodoxo, no es paradigmático el estilo de los jóvenes ver la realidad, es una situación de su realidad contemporánea. Son muchos los dirigente políticos que exponen a diario la necesidad de que estos se integren a la actividad política, los religiosos, los representantes culturales y comunales también plantean este tipo de preocupación, pero es una preocupación con un sello inadmisible por la juventud, quieren imponerle estilo culturales que no se ajustan a su realidad, hay que confiar en los jóvenes, son promotores de cambios sociales, son mucho los jóvenes que a pesar de las limitaciones, se están preparando, están creando la base para aportarle a la sociedad, pero da lastima que le inhiban su participación en los proyectos de la nación, los jóvenes tienen la peor cuota en el congreso nacional, la menor representación en las mayoría de las instituciones tanto privadas como publica. Los jóvenes que trabajan y estudian deben de preocuparse por integrarse a la actividad política, tomar participación en los proyectos diversos de su entorno, de esa forma podrían convertirse en promotores de valores de la mal llamada generación o grupo que ni trabaja ni estudia, es un condicionante para mantenerlo en los niveles estadístico de que son los que mas delinquen, lo que menos se interesan en participar en la solución de los problemas. Hay que variar el curso de la historia, crear un paradigma que acerque a los jóvenes a vivir su propia realidad, existe en el país un cliché con temas que no le interesan a los jóvenes, significantes conceptuales que los jóvenes no entienden.
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