martes, 19 de abril de 2016

Dilma Rousseff se siente triste, “pero no abatida”

Retiro. La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, sale del podio luego de dar una conferencia de prensa, en la que habló sobre el proceso político en su contra, en el Palacio presidencial en Planalto, en Brasilia, ayer.

PERDIDA LA PRIMERA BATALLA, ESTÁ DISPUESTA A DEFENDER SU MANDATO 

EFE
Brasilia
La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, afirmó ayer que está dispuesta a defender su mandato ante el Senado, que deberá decidir si será sometida a un juicio político, y aunque confesó sentirse “triste”, sostuvo que derrotará el “golpe”.
Rousseff convocó una rueda de prensa un día después de que la Cámara de Diputados aprobó y remitió al Senado un pedido para que se inicie un juicio con miras a su destitución por maniobras contables que el Gobierno realizó para maquillar sus resultados en los últimos dos años.

La mandataria admitió estar “triste”, pero no “abatida”, y dijo que ha quedado frente a una “situación que solo puede provocar una inmensa sensación de injusticia y de que hay en Brasil una violencia contra la verdad, la democracia y el Estado de Derecho”.
La presidenta aseguró también que, una vez que el proceso con vistas a un posible juicio político se inicie en el Senado, confía en que tendrá la “oportunidad” de defenderse y demostrar que, en su caso, “se usa la apariencia de un proceso democrático para practicar un abominable crimen, como es condenar a un inocente”.
Rousseff insistió en que las maniobras contables que sustentan la acusación no suponen una ilegalidad y mucho menos un “delito de responsabilidad”, como la Constitución define las causas que pueden llevar a la destitución de un mandatario. “Practiqué esos actos, que son practicados por todo presidente en el ejercicio de su cargo, y cuando un presidente practica actos administrativos lo hace basado en toda una cadena de decisión, con análisis técnicos y jurídicos”, indicó.
Por momentos emocionada, apuntó que con otros mandatarios esas maniobras “fueron consideradas legales” y que siente que a ella le “reservan un tratamiento que no se le dio a nadie”.
También consideró “interesante” que no hay en su contra “ninguna acusación de desvíos de dinero, de enriquecimiento ilícito o de ocultar cuentas en el exterior”, que sí pesan contra quienes la juzgan, en alusión al presidente de la Cámara baja, Eduardo Cunha, imputado por esos delitos.
(+) DIPUTADOS ENTREGAN LA DOCUMENTACIÓN
El jefe de los Diputados de Brasil, Eduardo Cunha, entregó ayer al titular del Senado, Renan Calheiros, el proceso de juicio político con fines de destitución contra la presidenta Dilma Rousseff, que fue aprobado por la Cámara baja y deberá ser ratificado por la Alta. Cunha hizo entrega de los 36 volúmenes y once anexos practicadel proceso a su correligionario Calheiros después de que el plenario de la Cámara de Diputados, con 367 votos a favor, 137 en contra, siete abstenciones y dos ausencias, decidió el domingo avalar el proceso para la apertura de un juicio legislativo contra Rousseff. Rousseff es acusada de responsabilidad en las maniobras contables que el Gobierno realizó para maquillar sus resultados en los últimos dos años.

 

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